La inteligencia artificial busca reducir sus frenéticas necesidades energéticas
- Redacción

- 16 jul
- 1 Min. de lectura

Gracias a nuevas técnicas de refrigeración, chips más potentes y avances en programación, el sector de la inteligencia artificial (IA) trata de limitar su consumo de energía en un contexto de crecimiento frenético.
Las infraestructuras de IA se basan en centros de datos que, según las previsiones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), representarán 3 por ciento de las necesidades mundiales de electricidad de aquí a 2030, el doble de la proporción actual.
El presidente estadunidense, Donald Trump, anunció acuerdos para el desarrollo de infraestructura y producción de energía por valor de 92 mil millones de dólares que apuntan a satisfacer la creciente demanda de la inteligencia artificial.
Trump asistió a la Cumbre de Energía e Innovación de Pensilvania en la Universidad Carnegie Mellon, y gran parte de su mensaje estuvo enfocado en vencer a China en la carrera global de la IA.
Los compromisos de hoy aseguran que el futuro se creará (...) aquí mismo en Pensilvania y aquí mismo en Pittsburgh, y tengo que decir, aquí mismo en Estados Unidos, dijo Trump en el evento.
La consultora McKinsey habla de una carrera con el fin de construir suficientes centros para hacer frente a la aceleración masiva en el uso de la IA, al tiempo que advierte que se avecinan tiempos de escasez.
Hay varias formas de resolver el problema, adelantó Mosharaf Chowdhury, profesor asociado de la Universidad de Michigan.
Una es crear más fuentes de energía, una vía en la que también están embarcados los pesos pesados de la IA; otra es reducir la demanda de electricidad a una capacidad equivalente, explicó.

.jpg)





Comentarios