Denunció que los fumadores tiran las colillas de los cigarros que consumen en el suelo de parques, plazas, calles, playas y ríos, sin conocer el efecto que está generando en su entorno
La diputada Diana Estefanía Gutiérrez Valtierra (PAN) propuso reformar la Ley General para el Control del Tabaco, para establecer que el filtro del cigarro sea “biodegradable”, y así ayudar a reducir desechos que dañen al medio ambiente y ecosistemas.
El filtro de los cigarrillos es de acetato de celulosa, el elemento de más rápida evaporación del cigarrillo. La combinación de componentes del filtro hace que su tiempo de degradación oscile entre uno y 10 años.
“Cuando la colilla es desechada como residuo, todos los metales y tóxicos que permanecen en el filtro son liberados al ambiente y pueden terminar en las aguas y los suelos”, denunció la legisladora albiazul.
Denunció que los fumadores tiran las colillas de los cigarros que consumen en el suelo de parques, plazas, calles, playas y ríos, sin conocer el verdadero efecto que está generando en su entorno.
“Las colillas liberan diversos compuestos tóxicos como arsénico, nicotina, hidrocarburos aromáticos policíclicos, alquitrán y metales pesados, los cuales permanecen durante varios años en la zona afectando a las diversas especies de nuestro planeta, incluyendo al ser humano”, indicó.
Por lo que su iniciativa, turnada a las comisiones unidas de Economía, Comercio y Competitividad, y de Salud, señala que “tratándose de filtros biodegradables, el fabricante deberá indicar el material de éste, así como el tiempo aproximado de su descomposición”.
De acuerdo a datos de la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco 2016-2017, en México 24.6% de la población consume tabaco; en el caso de las mujeres, este porcentaje se reduce a 20.6%, y en el caso de los hombres, se eleva a 31.2%.
Por otro lado, un estudio de la Universidad Católica del Maule (UCM) de Chile estima que alrededor de 5 billones de cigarrillos son desechados al año y lo convierte en la basura humana más común en el mundo, por lo que el daño al ambiente es severo.
Además, el Observatorio Mexicano de Salud Mental y Sustancias Psicoactivas de 2021, señala que durante el periodo de confinamiento por la pandemia de Covid-19, el consumo de tabaco, a nivel nacional, alcanzó 33.2%de la población.
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