Cierran las puertas de la Capilla Sixtina, inicia el Cónclave donde se elegirá al nuevo Papa
- Redacción

- 7 may
- 3 Min. de lectura

Las puertas de la Capilla Sixtina se cerraron y salieron todas las personas del lugar. Ahí, solo quedaron los cardenales que ingresaron a la Capilla Sixtina para el inicio del cónclave que elegirá a un nuevo papa que suceda a Francisco.
Mientras procesionaban hacia la capilla adornada con “El Juicio Final” de Miguel Ángel, los 133 cardenales entonaron la meditativa “Letanía de los Santos”. Una fila de Guardias Suizos se mantuvo en posición de atención.
El himno implora a los santos que ayuden a los cardenales a encontrar un nuevo líder para la Iglesia Católica, que cuenta con mil 400 millones de fieles.
Poco antes, con todo el boato, el drama y la solemnidad que la Iglesia católica puede desplegar, los 133 cardenales iniciaron los rituales centenarios para elegir a un sucesor del papa, asistiendo a una misa matinal antes del comienzo del cónclave más geográficamente diverso en los dos mil años de historia de la fe.
El decano del Colegio de Cardenales, el cardenal Giovanni Battista Re, presidió la homilía e instó a quienes votan a dejar de lado los intereses personales y encontrar un papa que valore la unidad. El mundo de hoy necesita un líder que pueda despertar conciencias, dijo.
Desde el altar de la basílica de San Pedro, Re rezó para que puedan nombrar al "papa que nuestro tiempo necesita", en sus últimas instrucciones antes de que los prelados entren a la Capilla Sixtina para comenzar las votaciones secretas.
Los cardenales, procedentes de 70 países, estarán aislados del mundo exterior, entregarán sus celulares y se bloqueará la cobertura alrededor del Vaticano para evitar que puedan comunicarse hasta que encuentren un nuevo líder para la institución, que cuenta con mil 400 millones de fieles.
Francisco nombró a 108 de los 133 "príncipes de la Iglesia", eligiendo a muchos religiosos a su imagen y semejanza de países como Mongolia, Suecia y Tonga, que nunca antes habían tenido representación cardenalicia.
Su decisión de superar el límite habitual de 120 cardenales electores e incluir a más jóvenes del llamado "sur global" —aquellos países a menudo marginados y con menos poder económico— ha inyectado un grado inusual de incertidumbre en un proceso que siempre está rodeado de misterio y suspenso, con señales de humo que indicarán al mundo si se ha elegido un papa o no.
Muchos no se conocían hasta la semana pasada y lamentaron no haber tenido más tiempo para hacerlo, lo que plantea dudas acerca de cuánto tiempo podría tardar un religioso en asegurar la mayoría de dos tercios, o 89 votos, necesarios para convertirse en el 267mo pontífice.
"Esperar y ver, un poco de paciencia, esperar y ver", expresó el cardenal Mario Zenari, embajador del Vaticano en Siria.
Los cardenales comenzaron el día participando en la misa en la basílica de San Pedro, a la que asistieron funcionarios del Vaticano y que estuvo abierta al público. Mientras, en el exterior, los peregrinos soportaban las breves lluvias para seguir la ceremonia a través de pantallas gigantes.
Re, de 91 años, rezó para que los cardenales encuentren la sabiduría, el consejo y la comprensión para elegir un nuevo pastor digno.
Vestidos con brillantes casullas rojas, los cardenales procesionaron por el pasillo central de la basílica bajo las voces del coro de niños de la Capilla Sixtina. Tomaron sus asientos alrededor del altar principal, que se encuentra sobre el lugar donde, según la tradición, estaría enterrado san Pedro, considerado el primer papa.
Re había presidido el funeral de Francisco y ofreció un sermón conmovedor en el que recordó al primer pontífice latinoamericano de la historia y los 12 años de papado reformista que supervisó.
Los cardenales caminaron hacia la Capilla Sixtina en una procesión solemne, entonando la meditativa "Letanía de los Santos" y el himno latino "Veni Creator", implorando a los santos y al Espíritu Santo que les ayuden a elegir un papa.

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